Claro está que el tiempo es sinónimo de cambio y evolución. El pasar de los años denota un comportamiento distinto en los individuos y su forma de actuar en diferentes ámbitos. En este caso, la escena de música electrónica fue adoptando estilos y conductas en quienes la forman, que mucho se contraponen con lo que era hace algún tiempo atrás.
En esta nueva nota hablaremos de como la velocidad y lo instantáneo comenzaron a dominar en una escena en donde, los DJs por ejemplo, se tomaba el tiempo necesario para crecer y crear una prolífera carrera de gran trayectoria, siendo algo que, en estos días, se cambió por el crecimiento instantáneo y abrupto.
El antes y el ahora
Si uno se pone a ver la carrera de aquellos y aquellas artistas que ocupan los lineups de los principales eventos, se puede apreciar como la gran mayoría logró un ascenso en poco tiempo, muy contrapuesto a lo que sucedía en la década del '90 y los 2000, en donde un DJ necesitaba de años de cabina para poder ganar una buena lectura de pista y conseguir así, un buen criterio musical.
¿Acaso las exigencias para pararse delante de una cabina disminuyeron ahora o fueron las redes sociales las que cambiaron las reglas del juego e hicieron que se prioricen otras cosas? De seguro un DJ hoy no solo tiene ni debe de ser bueno tras las bandejas, sino que además tiene que darle importancia a otros aspectos que antes no se tenían en cuenta. Hablamos de generar un perfil artístico.
Lo que es probable es que ahora los clubes o fiestas priorizan ese punto del artista y su imagen que antes no se le daba importancia. Pareciera ser que la música dejó de ser lo único que importa, para tener que estar acompañada de un buen trabajo en redes y de comunicación con sus respectivos seguidores. Esta masificación que se generó gracias a un contacto más rápido y directo con todo el mundo es el punto crucial por el cual hoy, con mucha menos trayectoria, se pueda crecer más rápido y llegar a lugares que antes era imposible o costaba mucho.
Que no muera el Warm Up
Toda esta aceleración de tiempos e inmediatez hizo que se extrapole a otras partes de la escena, como lo son las fiestas en si. Entre estas aristas, una de las tantas que se vio también afectada fue el horario del "Warm Up". Para poner primero en contexto, el Warm refiere al momento de la noche donde el DJ tiene la tarea de “calentar la pista” para pasarle la posta al artista main.
Pero, ¿En qué afectó todo esto de la velocidad al Warm? Con la llegada de un nuevo público, que vive a flor de piel esta época de la velocidad y lo instantáneo, estos pueden estar menos dispuestos a esperar pacientemente y disfrutar de un warm up prolongado, para preferir entrar directamente en la acción con sets más enérgicos desde el principio.
¿Acaso te gustaría llegar a una fiesta y que la música esté como si fuesen las 4am con una intensidad altísima? No creemos que sea lo más apropiado ni lo mejor para aclimatar a los usuarios que recién ingresan. Es por eso que, para lograr ese "mood" en la gente y que se sienta a gusto con la fiesta, es de suma importancia mantener este momento de la noche sin que la ansiedad les gane.
Además para los DJs es todo un desafío poder hacer un buen warm up, ya que hay que tener muchos factores a tener en cuenta para poder dejarle la pista lo mejor posible al artista principal, sin pasarte de intensidad, pero al mismo tiempo, sin aburrir al público que tenes delante.
La moda de los BPM altos
A esta pérdida del Warm se le suma otro componente que denota esta etapa de aceleración, y son los BPMs altos. Sobre todo en el techno, que antes se caracterizaba por rondar entre los 128 y 135BPMs, hoy fluye de 142 para arriba, llegando casi a los 160.
Según comentó el propio DVS1, una de las leyendas vivientes de este género: "El Hard Techno es la nueva moda. Es lo mismo que el EDM hace unos años, sólo que más underground". Y se podría decir que está en lo cierto, porque cuando antes el EDM reunía a miles y miles de espectadores en los mejores escenarios del mundo, eso ahora es tarea del Hard y todos sus protagonistas que recorren diferentes países con un groove bien intenso.
Gran parte de esto se debe gracias a la red social Tik Tok que, en estos últimos años, ha hecho llegar videos de raves y fiestas con altos niveles de techno a todas partes del mundo. Eso trajo consigo un consumo mucho más masivo de este tipo de música y que, por consecuente, sea más fácil para las personas que no son habitué de la escena electrónica, escucharlo. Es por esta razón que el público más nuevo y joven tiende a ir a este tipo de eventos, en donde prefieran evitar el warm para saltar derecho hacia la música más intensa que se pueda.
Es difícil predecir si la tendencia de los BPM altos se mantendrá en el tiempo o si se trata de una moda pasajera. Lo que sí es evidente es que la música electrónica continúa evolucionando y explorando nuevos territorios sonoros, por lo que no se sabe que es lo que va a venir dentro de unos años a nivel musical.
Saltearse etapas
En el crecimiento instantáneo que surge de un momento para el otro hay algo muy contraproducente en el propio artista, y es esto de saltarse etapas. Uno como artista siempre quiere llegar a un objetivo lo más rápido posible, pero al querer eso, está dejando de lado miles de pasos que uno tiene que dar para aprender de sus propios errores y formar así, una trayectoria hecha y derecha.
Como dice el dicho, lo que rápido se viene, rápido se va... Llegar a la cima y tocar en las mejores cabinas no te asegura mantenerte ahí de por vida. Para eso hay que tener detrás un gran trabajo que sustenten esos logros, y que no pase a ser la primera y última vez que tocas en ese lugar.
Los problemas que pueden suceder en la noche son miles y la única forma de lidiar con ellos es aprendiendo mediante la experiencia de tocar horas y horas en diferentes cabinas. Ni una academia, ni un libro ni nadie te va a decir como reaccionar ante estas situaciones. Solo la experiencia ganada podrá ser la ayuda que te guíe para solucionar todas estas cosas.
Es por eso que a veces, cuando las cosas están yendo muy rápido, hay que frenar un poco el carro de la adrenalina y ponerse a ver donde uno esta parado, que es lo que aprendió, quienes son los que te rodean y hacia donde se quiere dirigir con todo lo aprendido y lo que falta por aprender aún.
Diego Ro-K
Disfrutar el camino
Puede que el camino se ponga cuesta arriba, que las cosas no salgan como uno espera, que los tiempos se alarguen más de lo que uno imagina y que el resultado no sea el más esperado... Acá es cuando la frustración, el enojo y la bronca pasan a un primer plano para dejar en segundo lugar lo que verdaderamente importa, disfrutar los procesos.
Como se mencionaba antes, saltarse estos procesos para llegar más lejos y de manera rápida, va a traer consigo que uno no pueda descubrirse como artista, que no pueda aprender de uno mismo, de sus verdaderos gustos (no lo que está de moda o se escucha más), que el mundo de la escena no te permita autoconocerte y que te tengas que "adaptar" a lo que pide el público debido a la gran demanda.
Estos caminos van a estar llenos de pozos profundos, en donde salir no va a ser nada sencillo, pero si uno mismo busca las formas para levantarse, logrará encontrar soluciones y maneras de responder ante las adversidades de esta larga y extensa carrera artística, en donde solo el tiempo y la experiencia te darán las respuestas a todas tus dudas.
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