Antes de adentrarse en el maravilloso mundo de la producción de música es necesario tener en cuenta ciertos puntos claves para entender que no todo lo que brilla es oro y que este, como tantas otras cosas en la vida, lleva su tiempo de aprendizaje y adaptación.
Es por eso que, sin querer bajar los ánimos ni asustar a nadie, les dejamos "10 cosas que deben saber antes de producir" para que el golpe de realidad sea más ameno y el viaje en este mundo, más placentero y llevadero.
Nada es de la noche a la mañana
Cuando entras a este mundo de la producción es como si estuvieses aprendiendo un nuevo idioma, un nuevo deporte o una nueva técnica de mezcla... nada es de la noche a la mañana. Todo lleva su tiempo de aprendizaje y adaptación.
Pareciese raro tener que aclarar esto pero hay mucha gente que se sumerge en la produ pensando que van a sacar música en un mes, y la verdad es que eso es algo casi utópico. Es como si quisieras aprender a hablar chino en poco tiempo.
La clave acá está en ser paciente, tomar las cosas con calma y entender los momentos de aprendizaje, práctica y, sobre todo, no sacar música por sacar. Porque quieras o no, los tracks que lances van a ser aquellos con los cuales la gente te empiece a identificar, así que se paciente, hacé mucha música y cuando creas que realmente tengas alto potable y digas "esto si esta bueno", es ahí cuando llega el momento de empezar a mostrarlo al mundo.
Constancia
Como en los ejemplos que dimos antes, no sirve de nada producir o estudiar algo una vez a la semana. Una de las claves en la producción musical se rige en la constancia. Es ahí cuando empezas a amigarte con el DAW que uses, con el sonido que estás desarrollando y lo que querés transmitir con tu música.
Tal vez no tengan el tiempo de poder sentarse todos los días a producir, pero los resultados van a ser mucho más fructíferos si te pones con la compu una hora todos los días, a hacerlo 3/4 horas una vez a la semana. En el plazo de uno o dos meses, los resultados se van a ser mayores si seguís el primer consejo.
Además va a generar un hábito en uno que se termine haciendo una costumbre y hasta una necesidad del día a día. Porque va a llegar el momento en el que prefieras producir antes que ponerte a ver una película o quedarte con el celular tirado en la cama, y es ahí donde los cambios y el progreso se van a empezar a ver.
Frustración
Como seres humanos que somos, siempre habrán momentos buenos y momentos malos en la vida, y sobre todo en lo que respecta al arte, estos momentos malos se los puede conocen como frustración.
Esa maldita frustración que no nos permite crear nada y que nos hace replantear si seguir en este camino o no va a estar muy presente en la producción, porque va a haber días en los que te salgan muchas ideas y sientas que sos imparable, como también va a haber aquellos en los que no se te caiga una idea a la cabeza.
En este punto lo más importante es no desesperarse ni ponerse mal ni nada de esas cosas. Solo hay que entender que es parte del camino y la clave esta en aprender a convivir con las frustraciones y saber que hacer en esos momento, porque sino sale una idea no pasa nada, se aprovecha el tiempo para mirar tutoriales, investigación, escuchar música o lo que sea.
El punto de inflexión en tu carrera como productor va ser encontrar la forma de poder hacerle frente a la frustración y salir hacia delante.
Teoría musical
Si uno quiere correr, primero tiene que saber caminar... y con esto es lo mismo. La teoría musical es el A - B - C de la producción y en este caso es indispensable tener conocimientos teóricos para poder lanzarse a hacer música.
Uno con la pura escucha de los sonidos puede denotar que notas van con cuales, pero a la larga, la necesidad de aprender y conocer las escalas menores, escalas mayores, escuadraturas y más marcarán una gran diferencia como productor.
Este aprendizaje teórico va muy de la mano de la instrumentación y su uso, ya que si sabes tocar algún instrumento, indudablemente sabes como se componen las escalas musicales, cuales son las notas y que combinaciones quedan bien entre si.
Además la mezcla de diferentes notas y acordes generan determinadas sensaciones que pueden reflejar las emociones que uno quiere transmitir en un track. En cambio, si uno no tiene todos estos saberes inculcados, la producción se torna muy cuesta arriba.
Monetización
Dentro de este bello mundo de la música, no todo lo que brilla es oro. Sin tratar de bajar los ánimos y siendo lo más realistas posibles, la monetización dentro de la producción es uno de los puntos más difíciles de lograr y, por consecuente, de los más débiles.
Esto se debe a que en la gran mayoría de los sellos y discográficas en donde sacas música, del porcentaje total de la venta de una copia, apenas una cuarta parte va para el productor, mientras que el resto es dirigido al propio sello, a la distribuidora, al diseñador de la tapa, entre otros.
Las regalías para el artista suelen ser muy pocas y, para conseguir una suma considerable de dinero, debes juntar lo recaudado por la venta de varios tracks, ya que con uno sólo no suele alcanzar. De todos modos, muchos sellos no suelen enviarte tu parte de la ganancia.
Injusto pero así es gran parte de la industria. Es por eso que muchos artistas se abocan más a conseguir fechas antes que sacar música, ya que les es más rentable económicamente.
DAWs, un nuevo idioma
Con la tecnología de estos días, la multiplicidad de programas para hacer música ha crecido de manera exponencial, dándole la oportunidad a todos los productores de tener una amplia variedad de opciones a la hora de sentarse y producir.
Sin embargo, hay unos pares que han logrado destacarse por sobre los demás con su sencillo workflow y facilidades para todos aquellos que recién comienzan en este mundo. Estamos hablando de Ableton Live, Pro Tools y FL Studio.
Todos estos abrieron un mundo dentro de la creación de música inimaginados, dándole la posibilidad a cualquier personas que tenga una simple computadora de hacer sus propios tracks y cumplir sus sueños.
Sonido Propio
Si nos preguntas cual es la mayor ventaja de producir, la respuesta es muy sencilla: lograr un sonido propio. Llegar a eso lleva mucho trabajo y tiempo frente a la computadora, pero una vez que lo creas, vas a generar que la gente escuche tu música y automáticamente diga "ah si este track es de ...".
De todos modos uno no genera su propio sonido para eso, sino para diferenciarse de los demás. Porque mezclar música como DJ lo puede hacer cualquiera, es cuestión de práctica. Algunos podrán hacerlo mejor que otros, pero en lo que respecta a la producción, tener ese sonido que te identifique va a hacer que generes una imagen propia y única que ningún otro artista puede tener.
Ese diferencial te va a permitir destacarte por sobre los demás y lograr ese distintivo fundamental en la carrera del artista. Ponete a pensar un minuto en tus DJs favoritos o escucha su música, te vas a dar cuenta que lo que hacen ellos, no lo hace otros, y así con cualquier productor que escuches. Es como si fuese una marca registrada.
Exposición internacional
Ser DJ en tu ciudad o país de seguro te va a dar mucha visibilidad a nivel nacional, de eso no hay duda, pero en lo que respecta a nivel internacional, con solo mezclar música tal vez te quedes corto. Acá es donde la producción juega un papel clave.
Imagínense que producen mucha música y tiene buena repercusión en otros países. De seguro eso va a generar que gente de afuera se empiece a interesar en vos y a saber quien sos, cosa que siendo solo DJ se vuelve más difícil. Este interés trae consigo nuevos contactos con el mundo exterior, nuevas relaciones y hasta que te lleguen a decir "cuando vengas para acá avisanos".
Esa exposición es mucho más "sencilla" si se da con la producción, porque además podes sacar música en sellos discográficos de otros países, lo que te da una visibilidad que nunca antes tuviste.
Otro punto favorable es la relación que podes entablar con otros colegas, porque al tener música propia y sin ser lanzada (unreleased), se las podes compartir y que ellos las toque en futuras fechas, dándote al posibilidad de decir que tu música la tocó tal DJ o que sonó en tal venue o país, acrecentando así tu espalda como artista.
Comparación
Una de las primeras reglas que hay que entender cuando nos introducimos en el mundo del arte es que no hay que compararse con nadie. Cada uno tiene su visión respecto a la música (en este caso) y cada uno va a su ritmo, tratando de conocerse y descubriendo el sonido que verdaderamente le gusta.
Si bien uno a veces escucha lo que hacen otros colegas o artistas que admira, tratar de lograr lo que ellos hacen o compararse diciendo "mira lo que hizo el/ella y a mi no me sale nada" solo va a traer frustración y enojo con uno mismo. Algo innecesario a la hora de buscar inspiración.
Es por eso que, si bien esta perfecto escuchar a tus mayores inspiraciones para sacar ideas, a la hora de producir, lo mejor es incursionar en uno mismo y lo que puede llegar a hacer, para lograr ser lo más auténtico posible.
Aceptar los NO
Como todo en la vida, siempre va a haber cachetazos de realidad o puertas que se te cierran en la cara con el tan odiado NO, y en lo que respecta a sellos discográficos, muchos te van a decir encarecidamente que tu música está buena pero que no van con el sonido del sello.
Y eso puede que sea verdad. Tal vez vos en el afán y ansiedad de mandar música por mandar, lo probable es que no vaya con la línea musical de la firma. Es por eso que lo mejor primero es hacer una investigación de los sellos que se asemejan a tu sonido, generar una buena relación con los dueños y que no quede en enviar música y listo.
Además, los NO van a estar siempre, es como la frustración. Si alguien no quiere tu música o no cree que va con su sello, no te preocupes ni te lo tomes a mal, eso no significa que no sea buena, simplemente no va con lo que ellos no están buscando.
Es por eso y haciendo un breve resumen, que lo mejor es tomarse este camino por el simple amor al arte y expresar lo que uno siente a través de la música. Un largo proceso que si se toma con calma, tarde o temprano, las cosas buenas van a llegar.
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